El movimiento humano tiene mucho que decir, sobre la persona, su comportamiento y su mundo interno. El análisis Laban permite observar y describir el movimiento, desmenuzando sus detalles, y la relación que tiene el cuerpo con el espacio. Laban observó cómo el cuerpo se mueve en su condición física, atmosférica, problemáticas culturales, comunicación con otros cuerpos, y cómo el universo lo afecta física y emocionalmente (Adrian, 2008, pg. 3).
La construcción de personaje está íntimamente relacionada con el estudio del movimiento del ser humano: “El hombre se mueve para satisfacer una necesidad. Apunta con su movimiento a algo que tiene valor para él.” (Laban, 1971, pg. 2). Lo que desea y quien es un personaje se refleja en su movimiento, la manera en que habita el espacio y se relaciona con los demás. Las características que construyen a un personaje son las que le brindan al artista, ya sea ejecutante o dramaturgo, la posibilidad de entender cómo se comporta en el mundo, y cómo su entorno afecta su comportamiento; el movimiento es un gran foco para poder develarlo. Según Laban (1971), el personaje, la atmósfera, un estado mental o una situación no pueden ser efectivamente puestos en escena sin el movimiento y su expresividad inherente.
El cuento corto que estás a punto de leer te llevará por el viaje de un personaje, por medio de una descripción detallada de su contexto y movimiento, utilizando los patrones, motores de movimiento, esfuerzos, acciones de esfuerzo, e impulsos que propone el análisis de movimiento Laban. Podrás conocerlo y conectar con su mundo interior a través de su movimiento. Por medio de la escritura, se busca registrar el comportamiento de los personajes desde el movimiento observable en la situación y circunstancias dadas. Además, encontrarás a lo largo de la historia unas canciones que te invito a reproducir en el momento indicado de la lectura para entrar en la atmósfera de los personajes.
* Escucha Autumn Leaves-Cannonball Adderley https://www.youtube.com/watch?v=CpB7-8SGlJ0
Es un día de septiembre de 1955, y Jaques sale de su edificio muy temprano en la mañana como es de costumbre. Es un hombre de 38 años, mide alrededor de 1,80m, y es de contextura delgada. Siempre tiene una postura muy erguida, con la espalda muy recta, como una aguja. Sus ojos son verdes y utiliza gafas para ver de cerca, las cuales se ajusta repetidamente porque se le resbalan (Deslizar). Su tez es blanca, y su cabello es café claro. Va vestido con un gabán largo café oscuro, un pantalón café claro, una camisa blanca, una corbata que varía entre pequeños rombos negros y vino tintos, y lleva puestos unos zapatos de cuero cafés oscuros. Siempre suele vestir muy elegante, pues trabaja hace varios años en el banco de la ciudad como el subgerente.
En esa mañana nublada y oscura, su hijo pequeño, Auguste, lo ve irse desde el balcón, y una vez más, su padre no se ha dado la vuelta para despedirse de él mientras se aleja. Sin embargo, a Auguste le gusta observarlo mientras se pierde entre los edificios. Su caminar es directo, pocas veces se tropieza, pues siempre está muy atento en dónde pisa. Su pecho está contenido, al igual que su brazo derecho, en el cual siempre lleva su maletín portafolio de cuero, y en su brazo izquierdo, lleva una sombrilla, la cual suele cuidar mucho.
Sus rodillas parecen liderar sus pasos (Motor de movimiento), teniendo una libertad que no se le ve en el resto del cuerpo. Su caminar es sostenido, sin afán, siempre sale a tiempo para llegar muy puntual a su trabajo. Sus pasos no se escuchan, apenas se distingue el sonido del contacto entre la suela y el cemento mojado, como si caminara sin que nadie lo viera, excepto su hijo (Vision drive). Auguste disfruta verlo, lo admira, lo hace sentir protegido, como si su padre siempre tuviera todo bajo control, nunca deja ir ningún detalle, nunca se olvida de nada…sólo de despedirse de él cuando lo mira por el balcón. Camina con tanta seguridad y serenidad, que Auguste prefiere no interrumpirlo, y observarlo en silencio.
*Escucha Sing,Sing, Sing de Benny Goodman https://www.youtube.com/watch?v=G7fARRnhWSg
Llega al banco cerca de las 7:30am, para abrir puertas a las 8am. Su día comienza, lo mismo de siempre, papeleo, algunos casos excepcionales de clientes que quieren hablar con él, y más y más papeleo. Sus movimientos en el banco son automáticos, casi que sin pensar, como un robot (Action drive). Los clientes no suelen preguntarle muchas cosas, o más de lo necesario, no parece ser una persona que contestaría; suele cruzar sus brazos al escucharlos, y cuando ya se le está acabando el tiempo, suele frotarse las manos suavemente como un signo de impaciencia, y lanza alguna que otra sonrisa un poco forzada (Retorcer) , para avisarle al cliente que ya se debe ir. Su voz es liviana, sin afán alguno, y muy directa (Deslizar); parece ser un buen hombre, pero no proyecta ser una persona de hacer mucha charla si no te tiene confianza. Papeleo, papeleo, y más papeleo, unas que otras reuniones, para nada emocionantes o diferentes a lo de siempre. Sus movimientos mientras trabaja suelen estar guiados por sus manos (Motor de movimiento). Sus movimientos son livianos, siendo muy precavido con cada papel que firma, y el papeleo que debe entregar, pero le gusta ser muy efectivo y diligenciar todo con rapidez; firma súbitamente y despacha, firma, despacha, firma, despacha, hacer, hacer, hacer (Sacudir).
*Escucha Moanin’ - Art Bakley and the Jazz Messengers https://www.youtube.com/watch?v=fsJ3JjpZyoA&list=RDfsJ3JjpZyoA&start_radio=1
A la hora del almuerzo, le gusta salir solo, porque le gusta hacer todo a su propio ritmo, con tiempo, sin que nadie le cuestione qué o dónde quiere comer. Pide lo de siempre en un restaurante a tres cuadras del banco, se sienta en la misma mesa de siempre. El dueño del restaurante ya lo conoce, siempre le tiene el almuerzo listo a la hora de su llegada; sabe que es un hombre amable, honesto, y callado, a diferencia de la primera impresión que tuvo al conocerlo, pues parecía ser un hombre muy antipático y mal humorado. Le gusta tomarse ese tiempo del almuerzo para pensar y pensar, y despejarse de sus labores en el banco. Sus movimientos en el almuerzo son muy livianos, como si no quisiera hacer sonar ningún cubierto, indirectos porque su pensamiento lo distrae, y muy sostenidos para cerciorarse de no regar ni una pizca de comida fuera del plato (Flotar). Almuerza inmerso en sus propios pensamientos. Cuando va de vuelta al banco, le gusta ir por un camino más largo para pasar por un parque, igual, siempre va a tiempo.
Un día como cualquier otro, volviendo de su hora de almuerzo, escucha una música que nunca antes había escuchado por ahí. Venía de una tienda abandonada cerca del parque. Él quería seguir caminando, pero su intuición le insistía que fuera a descubrir de qué se trataba. Hace un cambio de dirección súbito, y se dirige hacia ella.
*Escucha Hooked on Swing-Larry Elgardt https://www.youtube.com/watch?v=IYu4p0S4bZc
La música se empieza a hacer más y más fuerte, y sigilosamente se acerca, dando pasos firmes, pero lentos, para que no lo descubran observando. Mira directamente por un huequito que hay en la puerta y ve a un grupo de jóvenes bailando. De repente, llega una sensación a sus entrañas que hace mucho no sentía. Recuerda haberla experimentado cuando vio por primera vez a su esposa, cuando nació su hijo, o cuando escuchó esa canción que tanto le gusta. El punto inicial de la mayoría de movimientos del baile que observaba eran de la cadera para abajo, disociando lo que pasaba desde el tronco para arriba. Los bailarines parecían plumitas bailando. Realizaban movimientos súbitos y libres con sus piernas, pero sus brazos continuaban moviéndose de manera sostenida, haciendo movimientos irregulares en el espacio, y muy livianos, como una suave brisa (Flotar). De sus caderas para abajo se podía identificar un movimiento constante en plié de lado a lado, con giros y saltos repentinos. Estaban bailando Swing, en parejas, y algunas veces de manera individual. Se veían muy felices, como en una clase de cortejo, como si nadie los estuviera viendo, y si alguien lo hiciera, no se darían cuenta. No pudo evitar empezar a moverse como ellos. Se emocionaba cada vez más, y sus movimientos se hacían más y más grandes, ya no tenía conciencia de la situación o del espacio, sólo pensaba en moverse al ritmo de la música. Se le ocurre intentar hacer un giro como los que está observando en los bailarines y, en menos de un segundo, cae sobre la puerta con mucha fuerza, rompiéndola súbitamente con su pierna (Machetear), y entrando sin querer y sin permiso a la tienda abandonada.
Atónitos, todos los miran directamente, parando repentinamente de bailar. Lucen sorprendidos, pero no enfadados, pues él se ve totalmente inofensivo. Le preguntan qué acaba de pasar, y sus voces parecen estar contenidas, muy firmes, indirectas y sostenidas. Él les cuenta que los estaba observando porque escuchó la música desde lejos, y que no pudo evitar bailar afuera de la tienda. Los bailarines se miran lentamente, como pensativos, y después de unos segundos, le sonríen, se acercan a Jacques lentamente (Tiempo sostenido), y cuidadosamente para ayudarlo a pararse, y lo invitan a bailar con ellos. Él accede tímidamente, casi que ni diciendo una palabra (Flujo contenido), y les confiesa que no es un experto. Su sinceridad, y verlo tan vulnerable conmueve al grupo de bailarines, le sonríen tiernamente. Una de las bailarinas lo toma de las manos livianamente para enseñarle los pasos básicos. Comienza moviendo ligeramente, directamente y súbitamente los pies, de lado a lado (Deslizar), y, por ende, sus rodillas, pies y cadera empiezan a hacer lo mismo. Pasaron muchas canciones, minutos, horas, y Jacques había olvidado qué hora era; sólo pensaba en bailar (Spell drive).
Jacques volvió a su casa sintiéndose parte de un sueño, como si su cuerpo hubiera cobrado una forma y sensación que no conocía antes. La tensión en su pecho y brazos que normalmente sentía, había desaparecido. Al llegar a casa, le dio un gran abrazo a su esposa y a su hijo, ellos, sorprendidos, se miraron, y le dieron un abrazo de vuelta. Verlo tranquilo, y curiosamente distinto, los hacía sentir de alegres y emocionados por él.
*Escucha Adiós-Grenn Miller https://www.youtube.com/watch?v=MxAnvviebSY&list=RDMxAnvviebSY&start_radio=1https://www.youtube.com/watch?
A la mañana siguiente, Jacques se despertó un poco más tarde de lo habitual, pero tarareando, moviendo sus pies sin control alguno por todo lado, con cambios repentinos, y sin hacer mucho ruido para no despertar a su esposa (Salpicar). Salió del edificio un poco más despeinado de lo habitual, olvidó su sombrilla, pero tenía una gran sonrisa que iluminaba todo su rostro. Comenzó a caminar por la calle, y Auguste, desde el balcón, ya no tiene la certeza de que su padre tiene todo bajo control, o que no deja pasar ningún detalle, pero sí está seguro de que nunca lo había visto tan alegre, como si todo lo negativo que antes había en su vida, hubiera desaparecido, como si todo le pareciera color de rosa. Jacques da un giro hacia al balcón y le manda un beso haciendo un movimiento liviano, sostenido, y directo (Deslizar) con su brazo izquierdo, en el que suele llevar la sombrilla. Luego, mueve su cadera, rodillas y pies de lado a lado, como lo hizo bailando swing (Tanteando). Auguste, muy emocionado, le manda un beso, e imita el movimiento de baile que su padre ha hecho con sus piernas. Empieza a desaparecer entre los edificios, cada vez más cerca del sol, y su hijo ya no siente la necesidad de quedarse callado, sino de gritarle: “¡Amárrate los zapatos, Padre!”. Es cierto, su padre ya no tiene todo bajo control, pero estará bien, muy bien.
Fin.
Para la escritura y la construcción de personajes, el análisis Laban brinda claridad y precisión en las descripciones que podemos realizar de sus acciones. Así mismo, ofrece la habilidad de poder incluir experiencias intersubjetivas de los personajes como observadores del comportamiento en escena. La observación detallada se convierte en un estímulo para la escritura creativa, y una gran posibilidad para profundizar en los personajes, partiendo desde lo conductualmente observable, y la corporalidad como foco de construcción del personaje. El cuerpo habla sobre la psique de la persona, y se convierte en un campo inmenso para investigar y crear la historia de personajes. Una persona no tiene un cuerpo, es su cuerpo…¡El personaje es su cuerpo y quiere narrar a través de él!
Referencias bibliográficas
Adrian, B. (2008). Actor training the Laban way: An integrated approach to voice, speech, and movement. Allworth Press.
Laban, R. (1971). The mastery of movement (3ª ed., revisada y ampliada por L. Ullmann). Macdonald & Evans.