Juan Pablo Díaz

Actor

Lucía Imbachi es una mujer realmente enamorada de las artesescénicas. Es una artista apropiada de su proceso, talentosa, resiliente,trabajadora y receptiva, además de siempre estar a disposición de sus grupos detrabajo y del buen desarrollo de los procesos creativos y académicos.

En el primer semestre de 2020 me encontraba viendoprincipios de danza II, yo había entrado a la carrera en 2018, sin embargo, apesar de ya haber iniciado mi ciclo profesional, por diversas razones terminéconcluyendo mi última clase de ciclo básico en este periodo. En este momentoconocí a Lucía, a una Lucía muy responsable, apropiada de su proceso y con unagran ilusión por la danza. En ese momento no era una persona que participara ose hiciera notar mucho, sin embargo, no le hizo falta llamar la atención de losdemás para dejar en todos la imagen de ser alguien que se tomaba en serio todaslas temáticas técnicas y teóricas vistas en clase, además de ser perfectamentecapaz de aplicarlas en la práctica y contagiar alrededor un ánimo de disfrutary trabajar, un gran equilibrio que ella siempre ha sabido llevar muy bien.

No fue sino hasta dentro de 4 años que nos volvimos aencontrar en el entorno académico, en el ensamble de Tecnología y nuevasmediaciones del primer ciclo del año 2024. Este fue un proceso que implicógrandes retos y dificultades para todos los estudiantes participantes. Sinembargo, Lucía logró atravesar por todas estas adversidades de una formaprofesional, somática y resiliente. Las condiciones de este proceso en mayor omenor medida nos afectaron a todos, eso es algo que me atrevería a decir apesar de no tener un testimonio directo de cada uno de mis compañeros.  Aún así, como si nada hubiera cambiado desde2020, Lucía seguía siendo la misma, disfrutando y trabajando duro a pesar detodas las dificultades por las que pasamos de las cuales ni si quiera ellaestuvo exenta. Me acuerdo de que hicimos una audición en la que, con su disposición,energía creativa y destreza técnica logró atrapar la atención de todos y ganarcon claridad el rol de Julieta, lo sé porque quería confirmarlo con miscompañeros ya que me había gustado mucho pero no confiaba en mi criterio paravalorar una demostración de danza. Destaco su disposición para ensayar, darpropuestas de guion, proponer, observar a sus compañeros y más labores queejerció como uno de los pilares fundamentales del ensamble que ayudaban a quetodo avanzara.

Anteriormente escribí que era la misma que en 2020, pero esoera solo en las cosas que describí, ahora tenía una presencia completamentedistinta y evolucionada tanto fuera como dentro de escena. Desde el principiodel proceso noté como ahora participaba activamente, se disponía para elproceso común y no dudaba en dar su punto de vista para aportar al desarrollode todo el ensamble. Incluso en varios momentos tensos y conflictivos ellasiempre prestaba una voz de empatía, profesionalidad y optimismo que ayudaba aatacar esas adversidades que en ese momento estancaban al buen flujo deldesarrollo de los procesos creativos, técnicos, de planificación y de montaje.Pero su nueva y más madura presencia no se evidenciaba solo en su forma derelacionarse con los demás en estos procesos, sino también en la demostraciónde su técnica y habilidad en escena. Sus demostraciones eran prueba de unefectivo y largo proceso en el que pulió sus talentos y habilidades, y se notaque hizo el trabajo necesario para que todos estos procesos hicieran parte de laconstrucción de su yo-artista, de forma que su paso por estos procesos no eraun simple viaje de paso como turista, sino que se llevaba todo lo que le servíaen su maleta. Aunque este ensamble era interdisciplinar, principalmentepresencié su desarrollo evidenciado en la danza, hecho que prontamente cambió.

Tuve la oportunidad de volver a encontrarme con Lucía en laclase de Creación de personajes en el segundo semestre de 2024. En este espaciologré trabajar estrecha y directamente con Lucía en varias ocasiones. Destacoprincipalmente 3 trabajos en grupo: En el primero yo trabajaba en condición dedirector y ella trabajaba en condición de productora, en el segundo yotrabajaba en condición de director y ella de actriz, y en el tercero trabajábamoslos 2 en la dirección, dramaturgia y ejecución de 2 personajes conjuntos.

En el primero trabajamos para la creación de un personaje de12 años víctima de una serie de crímenes constantes por parte de un grupoarmado. Este era un trabajo muy retador para todos. En él Lucia ejercía el rolde producción, aún así no dejó de estar implicada en el 100% de los procesoscreativos y de dirección, compartiendo sus observaciones basadas en losdistintos contenidos técnicos, prácticos y teóricos que ha adquirido en suproceso de formación, priorizando que el trabajo grupal se desarrolle de laforma más eficiente y fluida posible. También se mantuvo todo el tiempo alservicio de la actriz, María Camila, quién con valentía se dispuso a un retoque implicaba un gran compromiso emocional, aspecto con el cual la actriz tuvosiempre el apoyo de Lucía, fue una de los compañeros que no dejó de estar ahípara ella todo el tiempo.

En el segundo proyecto trabajamos en la creación de unpersonaje con depresión. Lucía siempre estaba en disposición para trabajarhoras fuera de clase, recibía con atención todas las directrices que le daba ycomunicaba de forma respetuosa y segura sus opiniones cuando no estaba deacuerdo o cuando quería proponer sus ideas, en pro del personaje y del trabajo.Me ayudó a conformar un método para la clase que implicaba mucha cooperación ytiempo por parte de ella y su implicación ayudó a que lográramos con esepersonaje ser seleccionados para hacer una simulación con la facultad depsiquiatría. Me acuerdo con alegría que en este proceso cuando terminábamosLucía hablaba con ilusión sobre como le estaba encantando el personaje, cosaque se le notaba tanto en el trabajo de escena como en el de mesa. En estemomento fue cuando más evidencié como su el trabajo detrás de su apropiacióntécnica y teórica, sumados a su disposición y trabajo con el otro, nacen de unprofundo enamoramiento de las artes escénicas.

En el último proyecto trabajáramos en la dirección yactuación de 2 personajes relacionados, una pareja de jóvenes que sufren unaborto no deseado, basados en un personaje que Lucía creó un tiempo atrás. Nosenfrentamos ahora a un choque al inicio, en el que nos costaba empatar idea yllegar a acuerdos ya que en los 2 surgían imágenes distintas de los personajes.Además, para este momento Lucía estaba en una etapa clave de su trabajo deTesis de su segunda carrera, por lo que era más difícil encontrar los tiemposfuera de clase para trabajar y ella estaba pasando por un gran estrés. Aún enestas situaciones la disposición de Lucía para el trabajo no se redujo ni unpoco, los 2 aprendimos a adaptarnos a las ideas del otro, a ceder en algunascosas e insistir en otras, organizamos nuestros tiempos para encontrar losespacios de tiempo que pudimos y logramos atravesar exitosamente por eseproceso. Por todo esto se hizo nuevamente evidente la resiliencia de Lucia, lagestión de su energía creativa, su receptividad y el gran amor que tiene por elarte.

En conclusión, la Lucía que he logrado conocer es alguienque ha atravesado por este proceso, impulsada por su gran amor por el arte,apropiándose de todo lo que ha adquirido en cada clase por la que ha pasado. Hevisto a Lucia atravesar por procesos retadores y difíciles adaptándose ysaliendo adelante, sin abandonar o rendirse a las adversidades, en pro de losprocesos creativos y de la construcción de su yo-artista, tanto en la actuacióncomo en la danza. Es una artista con la que definitivamente da gusto trabajar yseguramente más pronto que tarde mucha gente se dará cuenta de eso ahora en elmundo profesional.

Bogotá, colombia